Teoría de las Actividades Cotidianas adaptada a los delitos contra la seguridad vial. Reflexiones criminológicas.
I
- Los DCSV no son algo extraordinario, es un problema de salud pública con consecuencias devastadoras para las víctimas.
- Podemos afirmar que no hay nada que separe al delincuente del no delincuente, todos podemos ser infractores, no podemos pensar que los criminales son los otros, miremos en nuestro interior, también podemos ser nosotros.
- Los delitos de tráfico son consecuencia de las actividades diarias de las personas, la racionalidad y las oportunidades. Un conductor que es vulnerable a las tentaciones, que está condicionado por el espacio y el tiempo y que vienen dados por la ocasión para cometer la acción delictiva.
- No existe la motivación delictiva, por lo que al faltar uno de los elementos exigidos en la Teoría de las Actividades Cotidianas para que se cometa el delito, "la motivación delictiva "este no existe, y como decimos el accidente o el delito se producirá por una imprudencia, salvo casos muy excepcionales en los que el conductor tenga la intención de cometer un delito motivado por alguna causa.
- Resumiendo, en los DCSV "la motivación delictiva no existe", salvo casos excepcionales.
- Todo el comportamiento humano tiene un componente situacional y por lo tanto la conducta resultante de una situación depende en gran medida de que persona o personas que están presentes, en qué lugar y en qué momento se encuentren. Esto nos da cuenta de lo frágil que es el ser humano, fragilidad que se despierta ante determinadas situaciones que dan lugar a la infracción que se puede convertir en delito. Hay contextos y situaciones en las que aparece oportunidades para el delito, otras en cambio ofrecen menos oportunidades.
- Todos podemos delinquir, no será por falta de oportunidades, pero es el criminal quien termina de construir la oportunidad delictiva. Es el resultado final de la interacción entre el individuo, sus circunstancias personales, la situación y el ambiente. Y es en las circunstancias personales, en el ambiente y en la oportunidad donde debemos buscar las claves de la conducta criminal.
- Preferimos hablar de la presencia de un ofensor en lugar de un delincuente motivado.